Picasso. Cubismo Sintético.

Cubismo Sintético. 1912-1915.

Picasso junto a Braque, (creadores del cubismo en 1908) crean esta nueva corriente denominada Cusbismo Sintético.

El Cubismo hasta entonces era una tendencia popular comprendida por todos aquellos interesados por el arte de la época.

Cuando Braque mostró a Picasso, sus nuevas obras; en las que la estructura superficial de los cuadros ya no estaba determinada por los colores, sino que el volumen que había sido anteriormente configurado por un lápiz, ahora era un material pegado a una superficie plana.

Para la realización de estas obras se utilizaban plantillas, mezcla de colores con arena o yeso, que daban una textura superficial e irregular, casi cercana al relieve.

Picasso queda fascinado con las nuevas experiencias realizadas por Braque, lo cuál supone un estimulo para ampliar el sistema intelectual del idioma plástico cubista.

Los últimos años de la preguerra, de 1912 a 1914, fueron la época del  Papier Collé y el Collage cubista. En esos años se dieron las pruebas y experimentos que enriquecieron y reorientaron los medios expresivos. La introducción de superficies de color y el hecho de que las formas se hicieron más pronunciadas abrieron un camino estrictamente nuevo. Realmente el Cubismo Sintético propiamente dicho se produjo por transposición de los efectos del collage a la pintura al óleo.  La diferencia entre el collage y el Papier Collé es que en el Collage, el objeto representado es colocado de tal manera que no sólo cambia el medio sino también el estilo y la significación del motivo.

El punto Culminante del cubismo sintético no se encuentra en los cuadros hechos con recortes pegados sino en la pintura de Picasso en la que él contrapone las diferentes superficies de colores a modo de pedazos de papel cortado.

En 1911, Picasso pinta a su amante de aquellos años, Eve, “Ma Jolie”.

 El título de la obra aparece en el lienzo como apelativo cariñoso, y forma una parte del estribillo de una canción popular de la época.

Esta obra es importante, porque en ella se llega a la culminación de la trascendencia metafísica del cubismo analítico: han desaparecido ya las últimas huellas de modelado plástico a favor de un gran espacio construido por medio de segmentos cada vez más pequeños, numerosos y transparentes.

La inserción de palabras y frases, en éste como en otros cuadros, si por un lado ayuda a descifrar la imagen, por otro contribuye a hacer más compleja la composición.

A pesar de la cita de la canción popular y el homenaje a Eve Gouel, esta obra sigue siendo una pintura enigmática y hermética.

Una de las obras de este movimiento Picassiano, en la que podemos ver las experimentaciones que realiza con la proyección de elementos espaciales sobre una superficie plana; es “Guitarra” del 1913.

“Guitarra”, es uno de los experimentos compositivos realizados con la técnica del papier collé, ahora más abstractos y sintéticos con el añadido del color.

Con este propósito, parece que desde 1912 Picasso, como reacción a las críticas de amigos y compañeros que consideraban sus pinturas demasiado estáitcas, por lo que decidió al igual que Braque, reintroducir el color. En un principio, esto se hace por medio de citas contenidas y esporádicas, con pigmentos brillantes y puros, hasta convertirse en elemento fundamental de la fase sintética del cubismo Picasiano.

La Guitarra está construida mediante puras intersecciones de figuras geométricas simples, silueteadas y modeladas de manera que aludan al objeto representado. La técnica se simplifica hasta el punto de estar más cerca de un boceto que de una obra acabada. Reaparece la línea curva, aunque siempre asociada al instrumento musical. Junto al carboncillo, material con el que Picasso le gustará mucho trabajar, se emplean las técnicas habituales, como periódicos y papel de pared, auténticas citas de la vida cotidiana.

La composición de esta obra parece emular la estructura de un tablero de ajedrez; probablemente estamos ya ante algunos de los elementos que conducirán a Picasso a la etapa de la llamada “vuelta al orden”, que irá de 1918 a 1924.

A pesar de la aparente frialdad de esta composición, encontramos también elementos simbólicos que remiten al exterior. Los recortes de periódico, en esta y otras obras del mismo período, hablan a menudo de episodios de la guerra, de manifestaciones pacifistas, de huelgas y de episodios de violencia. En esta opción filológica se puede captar con precisión una postura ideológica.

“Mujer en camisa sentada en un sillón”, En el otoño de 1913, Picasso realizó una obra que conjuga los colores del cubismo analítico y la estructura esquemática del cubismo sintético. El sujeto es una mujer desnuda, sentada en un gran sillón que se destaca del fondo anónimo y neutro, merced a la pesada línea de contorno que define y delimita la figura. Las uniones de los distintos planos están tan profundamente dibujados que semejan pliegues.

La composición se carga de símbolos que aluden a la vida de todos los días, como el periódico, el sillón y las distintas telas, trastocados también por esta representación monumental.

A partir de 1914 la pintura de Picasso se enriquece extraordinariamente, pero no cuenta durante los años de la Guerra Mundial con el cortejo de Braque, pues este ciudadano francés fue movilizado al frente.

Una de las obras que pertenecen a esta época, pero en las que no se aplica la técnica del Papier collé, es “Retrato de muchacha”, que va en dirección totalmente opuesta.

Es uno de los cuadros más ambiciosos de este período; su buena situación personal y el éxito economico que atravesaba, se ven reflejados en la lírica de composiciones como ésta, que se diferencia de producciones anteriores sobre todo por los colores vivos y brillantes.

En un vistazo rápido se podría pensar que el cuadro es un gran patchwork de gran riqueza, compuesto por colores y materiales distribuidos sobre un prado verde, ocultando de este modo la técnica real utilizada, el óleo sobre lienzo. Picasso ha logrado con gran habilidad imitar el mármol negro, la tela y el papel de pared.