Estas vacaciones paseando por una de las calles más céntricas de Alassio (Italia), llamó mi atención el escaparate del la Galería Arte è Kaos.
En su interior había una exposición de uno de los artistas contemporáneos italianos más famosos del momento Max Gasparini. Las obras expuestas, eran retratos de magnifica realidad, sin tener que haber recurrido al detallismo clásico de la pincelada difuminada y sin huella. Mediante la superposición de manchas de distintos colores luces el artista logra crear el volumen. Las partes en las que el artista hace notar la realidad y descripción perfecta de la obra son los labios y sobre todo las miradas profundas que entran impactantemente en el espectador.
Este pintor no da importancia al soporte de la obra, ya que la mayoría son cartones sin marco alguno. Su paleta de colores son tonos fríos, en su mayoría grises y azules, aunque rompe el ambiente del recinto con esta obra de la fotografía; en la que la gama de colores cálidos resalta, pero no ensombrece al resto de obras.
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