Galeria Pacifico, Buenos Aires.

De lo poco que pude hacer en las escapadas del hospital en Buenos Aires, lo único de interes artistico fue la visita relampago que hice a las Galerias Pacífico, situadas en el centro de Buenos Aires entre la Calle Florida y la avenida de Córdoba. Como si fuese aqui la calle de Alcalá y la Gran Vía para que os deis una idea.
Lo interesante de este centro comercial super pijo, son las pinturas que albergan en su interior.
En 1888 Agrelo y Le Vacher proyectaron una idea primitiva sobre este edificio, pero como siempre las obras en Argentina son Faraónicas, fueron terminadas en torno a 1947. Alrrededor de 1945, cuando el entorno económico fué más favorable, se crearon murales  en el interior de la cúpula, de famosos pintores Argentinos; Antonio Berni, Lino Spilimbergo,Juan Carlos Castagnino, Demetrio Urruchúa y Manuel colmeiro (el único no argentino.)

Estos Artistas se pusieron de acuerdo para realizar una decoración que lograra una construcción iconográfica de los valores primarios y prácticas socioculturales comunes en diversas culturas, como la familia y el contacto con la naturaleza.
Los murales registran una gran cantidad de situaciones, alegorías y mensajes universales. Se advierte, sin embargo, que los artistas buscaron crear sus respectivos bocetos más allá del acuerdo original respecto del conjunto, garantizando con ello la espontaneidad de la creación individual.

Antonio Berni(Argentina, 1905-1981)
“El amor” o “La germinación” es un mural complejo desde su temática y significado. El artista propone la germinación de la vida ayudada por el sol, representado por una figura viril y figuras simbólicas que representan el amor y la acción del hombre en la naturaleza.
Este mural se destaca por sus fuertes contraposiciones: trabajo y descanso, vida y muerte, cielo y tierra. Sus colores vibrantes ayudan aún más a entender la fuerza y la vida que representa.

Juan Carlos Castagnino(Argentina, 1908-1972)
El mural “La vida doméstica” refleja un conjunto de emociones e ideas vinculadas con la vitalidad, la alegría, el movimiento, la generosidad, la abundancia y la felicidad.
Transmite el mensaje de que es posible alcanzar en este mundo una armonía tal que permita a los hombres alimentarse, reunirse, crecer y reproducirse, y en ello puede advertirse que la vida del hogar es el comienzo de cualquier armonía política y social.

Manuel Colmeiro Guimaraes(España, 1901-1999)
Su obra quedó plasmada en dos pechinas de la cúpula central y se basa en el relato bíblico de Génesis 3:1, a la vez que homenajea a su Galicia natal.
Allí la presencia del mar, estructurante del imaginario y la vida social, evoca con su eterno rumor oceánico las fuerzas últimas de las que florece la vida. 

Lino Enea Spilimbergo(Argentina, 1896–1964)
“El dominio de las fuerzas naturales” es un mural dinámico. En él, un conjunto de fuertes varones domina los mares y las montañas, registrando las dificultades propias de la navegación, la pesca y la minería. La escena plasma una visión un tanto idealista del conjunto, en que la humanidad debe resolver eficientemente sus necesidades alimenticias, metalúrgicas e industriales para que la vida social sea posible.
También se destaca el tema de la maternidad, mostrando a una mujer embarazada y otra que ya dió a luz. Se observa que este mural es un poco más oscuro que los demás. El artista utilizaba el color gris para la mezcla de su paleta.

Demetrio Urruchúa(Argentina, 1902-1978)
Sereno y armonioso. El mural “La Fraternidad” trata sobre las relaciones entre las diferentes razas y sexos. Hay una alusión a la hermandad de las razas, por los abrazos que se aprecian, pero a su vez nos habla de la individualidad, la incomunicación y la indiferencia entre las mismas.